¿Es recomendable heredar los zapatos de los hermanos mayores?
Si cuando tus hijos empiezan un curso nuevo, eres de los que piensan que los más pequeños pueden heredar los zapatos de sus hermanos mayores, ¡ten cuidado! Aunque suele ser una práctica habitual en familias con varios hermanos (por el ahorro económico), en cuestiones de crecimiento no es recomendable. Por un lado, es lógico que, si el calzado sigue estando en buenas condiciones, lo sigas aprovechando. Sin embargo, debes tener en cuenta que este toma la forma del pie de quien lo emplea. Si está muy deformado por el uso continuo, lo normal es que afecte al desarrollo del pie de su futuro propietario.
Este aspecto suele darse con frecuencia en las familias con varios hijos de edades próximas. Por ello, es importante conocer los pros y contras de reutilizar zapatos y zapatillas en la etapa infantil. A continuación te informaremos, en detalle, acerca de esta cuestión.
¿Se puede heredar el calzado?
La manera de caminar de cada persona es única e intransferible. Y ello se imprime en el calzado de manera física. En un zapato de empleo regular, puedes observar las marcas que dedos y talones dejan en el interior, debido al uso prolongado. También los signos del exterior son evidentes en el desgaste de la puntera y de la suela. Estos suelen indicar el modo de andar de la persona que lo lleva, proporcionando información sobre en qué partes apoya más el pie y el tipo de zancada que se realiza.
Los factores principales de los que depende que tus hijos hereden zapatos de hermanos o familiares son la franja de edad y el estado del calzado.
En líneas generales, según los podólogos expertos, es importante no reutilizar calzado en menores de ocho años. En este período, la evolución de sus miembros inferiores está en pleno desarrollo. Los pequeños adaptan sus zapatillas a su propio modo de andar. Emplear otro que ya tiene la forma de otra persona, causaría molestias y afectaría a la estructura del pie.
Entre los problemas que pueden surgir al utilizar un calzado adaptado a otro pie se encuentran molestias menores como rozaduras o heridas. No obstante, también cabe la posibilidad de que surjan problemas graves. Al alterar la manera de pisar, se pueden experimentar ciertos desequilibrios caminando o sufrir pie plano. Por otro lado, podría restringir el movimiento de los dedos y alterar la estructura de la planta del pie. En casos extremos, esto deriva en problemas en la columna.
Sin embargo, si se pueden intercambiar zapatos en niños de hasta dos y tres años. Estos no sufren un gran desgaste, pues en esta etapa de crecimiento infantil, los pies de los niños crecen muy rápido y apenas han aprendido a caminar. Además, su diseño suele ser muy robusto para evitar que los pies de los más pequeños se dañen.
A partir de los tres años hasta los ocho, el desarrollo corporal es muy rápido. Por ello, es conveniente no heredar el calzado. La excepción son los zapatos que se han usado de manera puntual o que apenas se han deformado. Si la forma del talón está rígida y sigue recta sin hundirse hacia abajo, tendrás la suerte de poder reutilizarlos.
El otro factor al que nos referíamos es el estado del calzado infantil. En este aspecto, influye de manera determinante el uso que se le da. Por ejemplo, no es recomendable reutilizar zapatos que formen parte de un uniforme escolar. Este tipo de zapatos suele gastarse casi todos los días, con lo que su deformación es más significativa que en modelos que se ponen de manera puntual.
Tampoco las zapatillas deportivas son recomendables, ya que suelen estar fabricadas en materiales más blandos para que sean cómodas y se desgastan más rápido. Adicionalmente, al utilizarse a diario y para actividades deportivas, sufren grandes deformaciones y roturas.
El calzado únicamente se puede heredar si reúne estas características:
- No presentan deformación.
- No contienen pliegues en los empeines.
- Los refuerzos de talón y puntera siguen rígidos.
- Si el desgaste del taco y la suela es poco apreciable.
Adicionalmente, es aconsejable que visites al especialista en podología con tus hijos para que sus pies crezcan sanos y fuertes. Los expertos recomiendan visitas periódicas entre los 4 y 10 años de edad. Se trata de la franja de crecimiento más importante de tus pequeños. En este período, tienes la posibilidad de detectar anomalías y problemas en la formación del pie.
Hasta aquí los factores y causas que hacen que no sea recomendable reutilizar zapatos entre hermanos o familiares. Como has visto, usar modelos adaptados a la manera de caminar de otra persona resulta perjudicial para el desarrollo del pie. El uso continuo de calzado heredado puede alterar la estructura plantar e incluso provocar deformaciones y tendencia a desarrollar pie plano. Ahora ya sabes que heredar zapatos no es recomendable en la mayoría de los casos.
Calzados L'Alqueria
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Raul
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